miércoles, 22 de julio de 2009


'Soñé con Faustine, el sueño era muy triste, muy emocionante. Nos despedíamos; venían a buscarla; se iba el barco. Después volvíamos a estar solos, despidiéndonos con amor. Lloré durante el sueño y me desperté con una inconsolable desesperanza porque Faustine no estaba y con llorado desconsuelo porque nos habíamos querido sin disimulo. Temí que se hubiera consumado, durante mi sueño, la partida de Faustine. Me levanté. El barco se había ido. mi tristeza fue hondísima, fue la decisión de matarme.'

No hay comentarios:

Publicar un comentario